El pasado 5 de mayo, finalizó la caravana de 10 días por el sur de México, para recorrer las zonas afectadas por los megaproyectos del mal llamado Tren Maya y el Corredor Interoceánico. Una caminata que culminó en San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, México. Allí tuvo lugar el encuentro internacional ‘El Sur Resiste 2023: Contra el capitalismo corporativo, patriarcado planetario, autonomías en rebeldía’, en el CIDECI, Universidad de la Tierra de Chiapas, los días 6 y 7 de mayo.
“Luchamos contra los megaproyectos que quieren poner aquí en Chiapas, y si no hacemos nada, entonces donde quedarán nuestros hijos el día de mañana cuando hayan hecho todo lo que dicen“.
Saludo a la Caravana “El Sur Resiste” de las compañeras de Palenque, Chiapas.
Durante el encuentro, más de 1.200 personas, entre ellas una representante de Entrepueblos, se encontraron para “visibilizar el despojo de territorios a nivel nacional y mundial por empresas y proyectos capitalistas, y extractivistas; la violencia que viven los Pueblos Originarios, las mujeres, las infancias como resultado de las guerras y la violencia del crimen organizado; y la imposición de megaproyectos que destruyen el medio ambiente en todo el mundo“, tal y como explica la organización de El Sur Resiste.
En la clausura del encuentro, se subrayaron el dolor y los destrozos que provoca en los cuerpos y los territorios la voracidad del gran capitalismo mundial y, más en concreto, de los daños del tren turístico y otros megaproyectos, así como la cultura de la violencia que ha permeado toda la sociedad, afectando especialmente a las mujeres, las jóvenes, las personas migrantes y los y las defensoras de derechos humanos y ambientales. “Esta infraestructura refleja la profundización de un modelo, basado en la extracción de hidrocarburos fósiles, que durante el siglo XX aceleró, de manera nunca antes vista, los indicadores de contaminación y del calentamiento global, reforzado por energías supuestamente limpias en manos del gran capital extranjero que no representa ninguna transición energética justa para los pueblos”, señalaron las portavoces en la lectura del pronunciamiento del Encuentro Internacional.
Las jornadas unieron en torno a este grito de resistencia a un total de 940 personas del Congreso Nacional Indígena pertenecientes a 38 pueblos originarios, así como a activistas y pensadores de varias partes de todo México y visitantes internacionales de América, Europa y otros lugares como Kurdistán.